RESUMEN

RESUMEN

Al principio del cuento, hay un viejo maestro (Benjamín) quien vivió con su esposa (Herminia) en España. Una mañana Benjamín no podía dormir porque estaba pensando sobre el viaje. Él y su esposa habían visitado a Alina, su hija, en París. El viaje fue un desastre completo. Después de discutir con su esposa, Benjamín salió a tomar un camino. Mientras caminaba, Benjamín se encontró al cura, Don Felix. El sacerdote le preguntó sobre el viaje y le preguntó si Alina estaba bien. Benjamín no quería discutir el asunto y se muestra indiferente hacia el sacerdote. Después de su breve conversación, Benjamín continúa en su camino y sube por el camino de la montaña. En la escena final lloró y gritó el nombre de Alina. Mientras esto ocurre, en París, Alina  estaba en la cama con su esposo, Philippe. Ella no podía dormir por la misma razón de su padre. Cuando Alina se despertó, ella también despertó a su esposo. Él le preguntó si algo andaba mal, pero ella no quiso hablar del asunto. Empezaron a tener una discusión acerca de los padres de Alina. Alina pensó que Felipe actuó mal durante su visita y Felipe creyó que los padres de Alina son la raíz de su infelicidad. Los argumentos se intensificaron y Alina se salió de la casa y corrió por la calle para escaparse de su marido.

Alina salió a la plaza de Notre Dame. Ella llegó al río Sena y se sentó en la orilla.  Al ver el río ella recordó de su juventud. Ella recordó el río y la montaña de cual su padre le había enseñado sobre. Recordó que ella era considerada la más inteligente de los niños en su clase. Recordó un joven vaquero, Eloy, su amigo, a quien ella enseñó a leer, porque no él no podía asistir a la escuela. Recordó que le encantaba ir en excursión en las montañas. Su padre le había enseñado a subir, y era él que iría con ella en sus viajes. Siempre a ella le gustaba ir más arriba y encontraba nuevas criaturas que ella no había visto antes, así como diferentes caballitos. Finalmente, salió sola. Su madre le regañaba, pero su padre reconoció que era él que le había enseñado a ella a ser independiente. Su abuelo también se creía que las excursiones de Alina era bueno para ella. Le dijo que con tiempo dejaría a la ciudad y tendría aventuras más grandes; ella iría a explorar el mundo como su abuelo quien había salido a América en su juventud. En este momento, Benjamín se puso enojo. Afirmó que Alina no saldría de la ciudad. Él mismo nunca había salido de la ciudad y creía que nada era diferente afuera de la aldea. Alina empezó a reconocer las tensiones entre su padre y su abuelo, pero ella nunca entendió la razón de esa disputa.

Durante el verano, ella fue con su padre a Orense para un feria. Recordó que su sentimiento de alegría cuando ver el río Miño de cerca. Ella se sintió cautivado por el río y no participó en la celebración. Ella pensó que la feria era similar a la feria que era en el pueblo y no sintió la necesidad de participar. En lugar de eso, se sentó en la orilla del río sola, a pesar de las protestas de su padre. Se sentía tranquilo cuando ella tomó en el escenario natural alrededor. Por último, se fue con su padre y sus amigos que estaban borrachos. Su padre dijo que su madre se fue enojar porque era más tarde y les riñe, pero Alina dijo que iba a cargar con la culpa.

Alina describe su experiencia con el río a Eloy. A pesar de que él había visto el río, las palabras de Alina hizo sentir a Eloy como nunca lo había visto antes. Eloy guardaba las vacas del maestro en un prado. Alina visitaba a él allí y le enseñaba a leer. A veces, Santiago vendría y decía a los niños de su viaje a América. A veces, Alina y Eloy subir “la peña grande” y dejar Santiago para guardar a las vacas. Alina y Eloy hablaba de su deseo de aventuras. Uno de estos tiempos Eloy dijo Alina quería viajar a Estados Unidos. Tenía un primo allí y iba a salir cuando tenía suficiente dinero. Él le dijo que no pueda decirle a nadie, sería un secreto. No hablar de esto otra vez y Eloy se fue a trabajar a las canteras. Para Alina, los planes de Eloy eran sólo una fantasía. 

Cuando tenía 10 años, Alina empezó un hacer al bachillerato. Ella estaba familiar con la ciudad porque su madre la había llevado al mercado muchas veces. Ella escuchaba a los chismorreos de su madre y otras mujeres y ellas le preguntaba sobre sus estudios. Alina estudió con su padre durante el invierno y en junio tomó a sus examines. Fue a tomar los examines sola. A ella le gustaba la independencia. Benjamín la idealizaba en las conversaciones con sus amigos. Él esperaba a su regreso con impaciencia. Alina se emocionó cuando los exámenes habían terminado. Su padre le preguntó sobre los exámenes, si iba bien, lo que era en el examen. Cuando volvió a casa, Santiago podría ser superado por la emoción. 

Santiago se estaba teniendo más y más miedo de la muerte. Estaba enfermo de miedo. Se negó a dormir, porque fue entonces cuando la muerte vino. En la noche de Santiago se quedaría y llorar, llamando a los de la casa, pero nadie venía. Se había acostumbrado a sus gemidos.